La principal diferencia es que las cuentas reales implican operar con fondos reales, mientras que las cuentas demo utilizan fondos virtuales sin valor real para operar.
Si bien ambas cuentas ofrecen las mismas características y funcionalidades, es importante tener en cuenta que las simulaciones en las cuentas de demostración no pueden replicar perfectamente las condiciones reales del mercado. Una diferencia significativa es que el volumen de operaciones en las simulaciones no afecta al mercado, a diferencia de los volúmenes de operaciones reales, especialmente con transacciones de gran tamaño. Sin embargo, la velocidad de ejecución sigue siendo la misma tanto para las cuentas reales como para las demo.
Además, los operadores pueden exhibir diferentes comportamientos psicológicos cuando operan con cuentas de demostración o reales, lo que puede afectar la evaluación del desempeño. Por lo tanto, es fundamental ser cauteloso, evitar la complacencia y abstenerse de sacar conclusiones definitivas basadas únicamente en el comercio en cuentas de demostración.
